lunes, 12 de enero de 2015

NARRATIVA N°1

12 de noviembre de 2014

Desde la noche de ayer sentía algo de ansiedad, di algunas vueltas en la cama antes de dormir pensando en cómo sería el siguiente día, por fin pude dormirme.
Camino al Institución educativa José Asunción Silva me imaginaba como sería el lugar, como serían los salones –antiguos o modernos?- cómo serían las personas que nos recibirían, qué actitud tendrían, pero en lo que más pensaba era en cómo serían los niños, cómo reaccionarían al verme y como me sentiría yo. Tenía demasiados cómos y qués en mi cabeza.

Por fin llegue al colegio, y comprobé que era un espacio grande y además contaba con zonas verdes lo que me hizo pensar que los alumnos no se sentían encerrados allí como pasa en tantas instituciones sólo conformadas de concreto y los niños no tienen espacios para crear e imaginar con la naturaleza. Inmediatamente después de llegar vi muchas caras conocidas, ya habían llegado algunos compañeros y el profesor Manuel nos daba la bienvenida y nos explicaba que había organizado una pequeña actividad para la primera interacción con quienes serían nuestros maestros cooperadores y la coordinadora de la institución.
Nos desplazamos a una de las salas de sistemas del colegio en donde nos esperaban los maestros, al ingresar empecé a observar caras y reacciones pero realmente no causamos mucha impresión; creo que los maestros ya habían pasado por esta situación de conocer a los nuevos practicantes  muchas veces y no era algo tan novedoso como para mí. Después de algunas actividades de integración, el profesor Manuel nos invitó a presentarnos de una forma diferente, dándonos la oportunidad a nosotros los maestros de formación de exponer lo que deseábamos y además lo que ofrecíamos en nuestra primera labor y además dándole la oportunidad a los docentes de darse a conocer no solo a través de su nombre, sino también mediante su forma de trabajo, sus fortalezas y lo que requerían de nosotros. Una presentación en particular llamó mi atención  y fue la de la maestra Victoria Bernal quien
mencionó algo que a mí siempre me ha interesado como maesa y es que a los
estudiantes se les debe formar en el saber pero principalmente en el ser, mediado
por el amor y la paciencia.  Tuvimos la oportunidad de elegir al maestro con quien queríamos emprender nuestra labor o mejor dicho nuestra contextualización con el entorno escolar y yo me acerqué a la maestra Victoria, ella inmediatamente me acogió y quiso saber un poco más de mí y tuvimos una sencilla conversación sobre mi vida y a lo que me dedicaba; además tuve la oportunidad  de preguntarle por qué había escogido esta carrera y  así poder tener otras opiniones en mente.
Por fin pude llegar al aula de clases que era lo que realmente deseaba más, era 2do primaria, aunque no tuve la oportunidad de conocer a todos los niños ya que la mayoría ya se encontraban en vacaciones y estaban en jornada de refuerzo si puede tener un primer acercamiento con algunos alumnos, quienes me miraban con curiosidad y se acercaban hacerme preguntas: ¿quién era? ¿Por qué estaba allá? ¿Qué iba hacer? ¿Iba a ser su profesora? Mediante estas preguntas pude conocerlos y hacerme conocer un poco más, además observar su forma de actuar y su forma de relacionarse con el maestro. También pude comprobar que para los niños de esta edad la canción es fundamental y empecé en que debía aumentar mi repertorio. En este primer día no pude pasar mucho tiempo en el aula pero por lo menos pude vislumbrar algo de las dinámicas que se manejan en este entorno y surgieron nuevas preguntas sobre mi futuro y la forma en que quiero hacer las cosas de ahora en adelante.

                                                                                                          Sara Rios Cardona 









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